6 de noviembre de 2012

Suspiros de Teruel

Receta:
(Al final encontraréis la historia de estos enamorados amantes de Teruel)

 Suspiros de Teruel.
Deliciosos bocaditos de queso dulces.





Ingredientes:
   -2 huevos
   -125 gr de mantequilla sin sal
   -10 quesitos tipo caserío
   -50 tartaletas mini
   -azúcar glacé
                                                         
Elaboración:

Lo primero que tenemos que hacer es precalentar el horno a 180º a altura media.
En un cuenco ponemos los huevos, la mantequilla, los quesitos y lo batimos todo.

observación: la mantequilla debe estar en forma de pomada para que sea más fácil de manejar.
La forma de pomada se consigue sacándola de la nevera una hora antes o dándole un toque de microondas a potencia mínima para que se ablande pero no se nos derrita del todo.
  
Cuando ya lo tenemos todo batido lo vertemos sobre las tartaletas sin rellenarlas del todo ya que suelen hincharse un poquito y de esta forma no se nos caerá la masa, lo ponemos en una bandeja de horno y lo tenemos 15 minutos hasta que se doren un poquito, los sacamos y dejamos enfriar.

Únicamente echaremos el azúcar glacé cuando los vayamos a servir.

Aquí os dejo la misma receta pero con algunas variaciones.                                              



 Suspiros de Teruel con diferentes mermeladas como la de higos, fresa y plátano y calabaza.
También combinados muy bien con chocolate blanco.











La leyenda

En los primeros años del siglo XIII vivían en la ciudad de Teruel Diego (Juan) de Marcilla e Isabel de Segura, cuya temprana amistad se convirtió pronto en amor. 
No querido por la familia de Isabel, debido a que carecía de bienes, el pretendiente consiguió un plazo para enriquecerse.
 Así pues, partió a la guerra y regresó a Teruel justo cuando había expirado el plazo. 
Para entonces, Isabel ya era esposa de un hermano del señor de Albarracín. Pese a tal hecho, Juan logró entrevistarse con Isabel en su casa y le pidió un beso; ella se lo negó y el joven murió de dolor. 
Al día siguiente se celebró el funeral del joven en San Pedro; entonces, una mujer enlutada se acercó al féretro: era Isabel, que quería dar al difunto el beso que le negó en vida; la joven posó sus labios sobre los del muerto y repentinamente cayó muerta junto a él.


No hay comentarios:

Publicar un comentario